En un entorno donde cada día los consumidores reciben miles de impactos publicitarios —pantallas, banners, notificaciones y anuncios en redes sociales— la atención se ha convertido en un recurso escaso y muy disputado. La sobrecarga digital provoca fenómenos como la “ceguera de banners” y el agotamiento visual, que reducen drásticamente la eficacia de las campañas online y ponen en entredicho el modelo tradicional de comunicación digital.
Frente a este escenario, el sector de la rotulación y la señalética física recupera protagonismo. En nuestro artículo “En un mundo sobresaturado por lo digital, la rotulación sigue siendo un valor seguro”, analizamos cómo un rótulo bien diseñado en el entorno urbano capta la mirada del transeúnte allí donde los anuncios digitales ya no llegan. Presentamos datos de efectividad basados en estudios de impacto —que demuestran hasta un 30 % más de retorno de inversión frente a campañas display—, y repasamos ejemplos de cartelería histórica que sigue despertando curiosidad y conexión emocional.
Además, exploramos los factores que convierten a un soporte impreso en un ancla visual: la legibilidad inmediata, la presencia tangible y el vínculo con el paisaje de la ciudad. Explicamos por qué la rotulación física no compite con el “scroll” ni resulta bloqueable, y cómo su integración con elementos interactivos —códigos QR, pantallas puntuales o realidad aumentada— puede crear experiencias de marca realmente memorables.
En nuestra próxima revista de «El Rótulo» publicaremos un artículo más amplio dedicado a esta temática. No te lo pierdas.