Del PVC a los sustratos eco: cómo elegir materiales realmente sostenibles (y fiables)

Compartir

La sostenibilidad se abre camino en la rotulación

La industria del rótulo vive un cambio de paradigma. El PVC, durante décadas material indiscutible en vinilos, lonas y films, comparte ahora espacio con nuevas alternativas “eco”. La presión normativa y, sobre todo, la exigencia de clientes más informados obligan a las empresas a repensar su catálogo de soportes. El debate ya no es si el PVC desaparecerá, sino cuándo conviene sustituirlo por otros plásticos como el polipropileno (PP), el PET reciclado o los textiles de poliéster reciclado.

Sin embargo, no todo lo que se vende como “sostenible” cumple con lo prometido. En ocasiones, un material alternativo ofrece ventajas ambientales pero se comporta de manera deficiente en instalación o durabilidad, generando reclamaciones que dañan la rentabilidad de los trabajos. La clave está en saber cuándo usar cada soporte y cómo explicarlo al cliente.

Un mercado en transición

El auge de campañas de corta duración, las políticas de responsabilidad social corporativa y la futura restricción europea de sustancias PFAS —que afecta a ciertos recubrimientos usados en laminados— marcan la dirección de los próximos años. Mientras tanto, la cadena del PVC refuerza sus programas de reciclaje para seguir siendo competitiva en términos ambientales.

La foto es clara: el mercado no gira al “todo eco” ni al “todo PVC”, sino a un escenario híbrido, donde la elección inteligente y documentada marca la diferencia entre una empresa de rotulación solvente y otra que improvisa.

Cosas que pueden salir mal

En este nuevo contexto aparecen errores habituales que conviene evitar. Uno de los más comunes es laminar impresiones con tintas solventes o eco-solventes sin respetar los tiempos de outgassing recomendados por fabricantes como 3M o Avery: burbujas, delaminaciones y acabados defectuosos aparecen en cuestión de días.

También son frecuentes las incompatibilidades entre tintas y soportes: un PET rígido puede funcionar perfectamente con curado UV, pero perder adhesión con solvent. Igual ocurre con el PP, que responde de manera distinta a la temperatura y la memoria elástica que el PVC. Y, quizás el fallo más caro, pretender aplicar vinilos “PVC-free” en curvas imposibles, como si fueran un cast PVC de alta conformabilidad.

Todo ello sin olvidar el greenwashing: fichas técnicas que prometen ser “eco” pero carecen de datos reales sobre resistencia UV, comportamiento al fuego o rutas de reciclaje.

Qué pedir a los proveedores

Antes de aprobar una compra conviene exigir siempre tres documentos básicos:

  • La ficha técnica completa, con rangos de temperatura, radios mínimos de curvatura y compatibilidades de impresión.
  • La guía de proceso recomendada, con tiempos de secado y laminación.
  • Evidencias claras de sostenibilidad: contenido reciclado, rutas de reciclaje disponibles y, en el caso de laminados, declaración sobre la posible presencia de PFAS.

Con esta información sobre la mesa, el gerente puede tomar decisiones fundamentadas y proteger tanto a su equipo como a la imagen de la empresa.

Checklist de instalación eco-segura

  • Prueba de adhesión en el sustrato real (24 h).
  • Respetar tiempos de outgassing o curado antes de laminar.
  • Evitar curvas 3D con PP o PET; para embutidos, usar cast PVC.
  • Validar compatibilidad film-laminado, especialmente en UV y látex.
  • Confirmar resistencia UV y comportamiento al fuego si es exterior o recinto regulado.
  • Entregar hoja de mantenimiento al cliente con cuidados y retirada.
  • Registrar fotos y número de lote para trazabilidad.

Cómo explicarlo al cliente

El argumento de venta es sencillo: en interiores y PLV se pueden ofrecer soportes alternativos —PP, PET o textiles de rPET— con buena apariencia y menor impacto ambiental, siempre que el cliente entienda sus limitaciones. Para exteriores exigentes o vehículos, el PVC sigue siendo la opción más segura, pero acompañado de garantías, planes de retirada y programas de reciclaje sectoriales.

De este modo, la empresa no solo responde a la demanda de sostenibilidad, sino que refuerza su profesionalidad y credibilidad.

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe en tu e-mail todas las novedades del sector.





También te puede interesar